Escapada a Riocorvo y Comillas

Es sábado, 8 de Octubre de 2021, en éste año pandémico no hemos ido de vacaciones propiamente dicho (Europa, EEUU etc), más bien hemos optado por escapadas de uno o varios días; en ésta ocasión nos vamos a conocer Riocorvo, que hemos visto nuevamente en algún blog/post y Comillas, básicamente por El Capricho de Gaudí, aunque tiene mucho más, como veremos

Salimos en dirección a Riocorvo a eso de las 10:30 y en 1h y 50′ llegamos, aparcando sin problema en éste pequeño pueblo, cuyo casco urbano fue declarado Bien de Interes Cultural debido a sus casonas señoriales de estilo barroco del siglo XVII y XVIII, algunas con los escudos de armas de sus propietarios:

La verdad que se ve enseguida pero es muy chulo y bien merece pasarse.

De aquí continuamos al Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal; parece ser que durante la dictadura franquista, se decidieron a plantar unas 850 secuoyas en ésta zona para aprovechar su madera con fines industriales, ya que es un árbol que crece rápido, algunos hasta los 40 metros de altura; finalmente no se necesitó dicha madera y aquí se quedaron, dando lugar a un bello paraje a tiro de piedra:

Aparcar puede estar algo complicado, ya que había muchas gente pero al final se consigue, hay varias entradas pero la mejor es la principal, por la pasarela de madera, que te lleva al final en medio de las secuoyas:

Como ya era casi la hora de comer, 13:45, nos vamos a un Área Recreativa situada en el pueblo de Mazcuerras, donde comemos tranquilamente (hemos traido la neverita en el coche) mientras Bruster, nuestro Chiguagua, corretea por la zona que está bastante animada de gente haciendo sus parrilladas y grupos de chavaletes de botellón, básicamente:

La iglesia de Mazcuerras

Nos vamos rumbo a Comillas, aparcando en el Paseo Garelly, donde hay un amplio aparcamiento y desde el que nos vamos a ver el famoso Capricho de Gaudí, que es una maravilla con sus girasoles y sus formas:

Y por eso le atropelló un tranvía al pobre Gaudí, por ir admirando sus maravillas

A la vuelta nos paramos en la plaza del pueblo, el casco urbano de Comillas, muy animado con sus terrazas, visitamos la iglesia de San Cristóbal, la fuente de los Tres Caños:

Y el Ayuntamiento antiguo de Comillas con sus escudos, varios de los cuales recuerdan la Reconquista de Sevilla en 1248, cuando la flota del almirante Bonifaz, formada por muchos marineros cántabros y asturianos, rompieron las cadenas puestas por los árabes que bloqueaban el río Guadalquivir y motivo por el cual el rey Fernando III de Castilla concedió dichos escudos a varias localidades de la cornisa cantábrica, entre ellas Santander, Comillas, o mi ciudad, Avilés.

Tras pasar aquí un buen rato y visitarlo por dentro de uno en uno, no dejan entrar con perros, nos vamos a ver el cercano cementerio, con su ángel exterminador:

desde donde se divisa la famosa casa del Duque de Almodóvar del Río, de arquitectura historicista inglesa, que aun veremos mejor desde el también cercano Parque Güell y Martos, presidido por la imponente estatua con forma de proa de barco del primer Marqués de Comillas

Nos vamos a ver el Palacio y Capilla de Sobrellano, pero el gps nos lleva a una zona lateral desde la que no se puede entrar, hay que caminar por un parque, y no nos apetece mucho, por lo que nos vamos a ver la cercana Universidad Pontificia, desde la que se ven ambas edificaciones, no sin antes romper unos plásticos de debajo del coche al dar con una raíz traicionera de un árbol al dar marcha atrás con el coche….mecagüen!!!

Hay que pagar 2€ por coche para acceder a la imponente universidad de ladrillo rojo (que era más barato), pero bien merece una visita, tanto por el edificio en sí,actualmente en restauración, como por las estupendas vistas:

La magnífica Puerta de las Virtudes, hecha de bronce y con un peso de 3000 kilos, dónde aparecen dichas virtudes como la largueza(generosidad), castidad, prudencia, diligencia, caridad y templanza, cada una de ellas sobre el pecado capital correspondiente (mono, urraca, etc); arriba podemos ver a la Virgen María y el arcángel San Gabriel.

Finalmente damos por concluida nuestra pequeña escapada y nos volvemos a casa

FIN

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