MALTA

Una vez más vuelvo a ser yo la que propongo ir a Malta, ya que me apetecía un lugar de playa, pero que tuviese algo que ver; a Héctor al principio no le convencía el destino, pero luego le encantó, ya que ambos descubrimos que Malta es mucho más que La Valletta.

2008

DÍA 1: volamos desde Asturias a Madrid con Easyjet y desde Madrid  a Malta con Vueling. El  embarque del vuelo  desde Madrid estaba previsto para las diez y media de la noche, pero se retrasa y llegamos a Malta a la una y media de la madrugada.

Previamente habíamos reservado un coche de alquiler, en esta ocasión nos dieron un Twingo que para los dos metros que mide mi marido no es que sea muy espacioso, pero como siempre priorizamos lo barato :-D.

Con un mapa de los de toda la vida pusimos rumbo al hotel Palazzin, y como Malta fue colonia inglesa, el volante estaba en el lado equivocado y había que conducir por la izquierda 😀 .  Estaba situado a media hora de la Valletta, en Saint Paul,s Bay y era el típico playero de tres estrellas, sin grandes lujos, correcto y con una pequeña piscina a la entrada. Lo que nunca olvidaré es que estaba haciendo esquina, ya que aparcamos justo delante y al día siguiente teníamos una multa de tráfico porque en Malta está prohibido aparcar a menos de cinco metros de las esquinas; no era muy elevada, 23.29 euros, pero tampoco nunca llegamos a pagarla…